21 septiembre, 2011

Juventud

Supongo que sería comprensible que en esta época cometiésemos un montón de acciones estúpidas de las que seguramente nos arrepintiésemos al día siguiente, pero quizás no nos las debamos tomar tan a pecho aún y disfrutar con una sonrisa, aunque sean unos segundos más, de esta etapa tan amplia y que nos ofrece experimentar, cambiar y jugar a ser valientes.
A pesar de que hay décadas de años por delante, la mayoría de las personas se empeñan en querer avanzar el tiempo más rápido de lo que ocurre, teniendo como deseo convertirse lo antes posible en personas adultas, rehuyendo de la juventud, cansados quizás de la monotonía.
¿Puede tratarse esto de un error? A medida que los años van adueñándose de nosotros y vamos convirtiéndonos en personas cada vez más coherentes, ciertas cosas que puede que hayamos hecho en nuestra juventud se nos antojan como inmadureces, irresponsabilidades. Aunque puede que conservemos una pequeñísima parte de locura en nosotros, creo que no nos sería posible introducirnos aunque fuera por unos minutos en el papel de un joven realizando cosas propias de la edad: cruzar las vías de un tren, bañarse lloviendo en la playa o entrar en una casa abandonada.
Cuando eres un joven te basta con un "a que no..." para intentarlo, todo se trata de un reto, de nuevas experiencias, de oportunidades que no puedes permitirte desaprovechar o de ganas de explotar cada milésima de segundo.
No nos percatamos y dejamos pasar la juventud como si fuese una etapa más, no aprovechándola al máximo, cuando deberíamos darnos cuenta que tan sólo en ella tenemos ciertas oportunidades únicas e irrepetibles.



"There is always hope"

No hay comentarios:

Publicar un comentario