18 enero, 2011

Tiempo de arrepentirse


La lista de sentimientos es infinita, pero sin embargo, si ahora mismo se escogiera a una muestra de diez personas y se les pidiera que dijeran los cinco primeros que se les vinieran a la cabeza, seguramente todos repararían en cuestiones como "amor", "amistad", "tristeza" o "felicidad". A menudo la mayoría de las personas no piensa en él al nombrar la palabra sentimientos, pero el arrepentimiento también forma parte de ellos. Siempre me ha llamado la atención que sea así. Parece que sólo se piensa en él cuando se está viviendo, el resto del tiempo da la sensación de que se encuentra oculto en algún lugar cerrado con llave al que sólo se puede acceder mediante una situación que lo requiera. Y creo que eso es lo que falla. Hay personas a las que el arrepentimiento tan sólo les sirve para pasar un mal rato, no para recapacitar sobre lo que han hecho. Si algo creo que debemos aprovechar es aprender algo sobre él, reflexionar, usar ese daño que nos hace en nuestro favor. Puede que sea una tarea desagradable, pero soy consciente de que vale la pena. No hacerlo puede conllevar a cometer los mismos errores una y otra vez, y desde mi punto de vista, te puede llevar por el camino que tiene como meta la insensatez. Puede que las personas que más nos paremos a pensar las cosas del día a día seamos mas infelices al percibir detalles de la realidad que otros ni siquiera se imaginarían, pero precisamente eso, captarlos, y ver que no son alcanzables para todas las personas, puede tratarse de nuestra recompensa personal, y esa sensación nos catapulta a pensar que hay que seguir adelante, a no perder la esperanza. A pesar de que las cuestiones pueden ser múltiples, "¿por qué lo hice?", "¿por qué no escogí la otra opción?", "¿por qué no lo hice?" la solución que nuestra cabeza debe presentar debe ser siempre la misma: "otra vez podré hacerlo mejor".

"There is always hope"

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