27 febrero, 2011

Contrariedad


Creo que a veces no somos sinceros con nosotros mismos, y si no lo somos con nosotros mismos: ¿con quién lo vamos a ser? Pretendemos ocultar aspectos de nosotros porque creemos que no van a gustar a los demás y es una tontería. En realidad somos quien pretendemos ser y no quienes somos. A veces nos gustaría ser transparentes pero sin embargo preferimos la translucidez. Siempre me pregunto por qué. Acabo pensando que es por la situación pero, creo que en el fondo lo que condiciona es el miedo. A no hacer lo correcto, a no llegar a las expectativas, a no ser como los demás piensan que somos, a defraudar en definitiva. Y el problema es que si todos asimilásemos que fallar no es algo malo, sino algo que nos tiene que hacer reflexionar y usar la razón para saber que está bien, que está mal, que hacer y qué no hacer, entonces se acabarían todos esos prejuicios estúpidos que arruinan miles de situaciones que podrían ser especiales, aunque no lo pensemos. Pero al final nos dejamos dominar y siempre buscamos una estúpida (e irracional) excusa que nos sirve para justificarnos, aunque todos sabemos que esas justificaciones nunca tienen ni pies ni cabeza...

"There is always hope"

No hay comentarios:

Publicar un comentario