05 febrero, 2011

Las luces de los caminos se pueden cambiar


¿Cuántos tipos de luces alumbran nuestras vidas? Al pensar en ellas indudablemente se nos ocurren unas más "superiores" que otras, y aparentemente más "poderosas" por el hecho de ser independientes y tener luz por sí mismas. Pero, ¿en cuánta medida es eso es cierto? Porque por muy supremo que parezca el Sol, este depende de la Luna, y viceversa. A su vez se encuentran agarrados a otro eslabón que si falla, puede que les llevase a hundirse. El problema es ¿cómo de largo es este ciclo sin aparente fin y comienzo definidos? Al pensar en las bombillas vemos como lógico que dependan de electricidad, ¿por qué entonces el Sol es mejor, en teoría? Si es por su capacidad de alumbrar, quizás un buen grupo de farolas con bombillas potentes pudieran retarle. Puede que coloquemos en peores puestos a las bombillas debido a que pueden fallarnos, o a que quizás alguna vez lo han hecho. Piensas que guiarán todo tu camino pero en el momento menos pensado, ¡fum!, fundida. Si tienes suerte y hay más farolas en tu recorrido, puede que sigas adelante. Pero cuando confías firmemente en que una no perderá su luz y lo hace, quedas inmerso en la oscuridad absoluta, y comienzas a confundirte, dudar, agobiarte, tratar de escapar. Sin embargo y por suerte, todos podemos obtener otras bombillas por las que remplazar las fundidas que ya han terminado su vida, pueden que sean mejores o peores, o simplemente diferentes, pero acabaremos por acostumbrar nuestra vista a ellas. Pero lo que debemos de preguntarnos de todo este asunto es: ¿el Sol no puede fallarnos?

"There is always hope"

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